A
propósito del artículo que anda circulando en internet de Aquiles Baez y de las
experiencias que he tenido en estos últimos meses, reafirmo una inquietud que
desde hace tiempo me aturde, tiene que ver con todo el ámbito de la música
venezolana.
En el
artículo del maestro Baez, trata la problemática de la música venezolana y su
difusión en el mundo. Hay un punto principal que él trata: el desconocimiento
de los propios venezolanos acerca de su música, y para mí, una de las causas
importante de esto son los musicólogos.
La
mayoría de los “géneros” conocidos mundialmente han tenido un profundo trabajo
de recolección, investigación y organización, factores que, le que proporcionan
valor a dicho género.
Él
menciona que, por ejemplo, al flamenco, el cual ha alcanzado un nivel de
difusión mundial muy grande, y en esto
me gustaría resaltar que en varios sitios de España, sobre todo en Andalucía,
de donde es principalmente oriundo el flamenco (sin caer en tergiversaciones
teóricas), existe la especialización de flamencología, que si bien está en
definición si guarda o no relación con la musicología (por cuestiones puramente
de terminología, porque en materia teórica está claro que la guarda), cumple el
papel de estudiarlo, lo es un punto a favor de la preservación y trascendencia
del género.
Dato Histórico
En la
historia de la notación musical hay muchos aspectos de tiempo y espacio a tomar
en cuenta para realizar una línea en la evolución de la misma, una de las
formas coloquiales en la historia musical más fácil y corta para definir un
poco lo que sucedió es que uno de los motivos que llevó a la notación
musical escrita fue poder trasladar la
música que se tocaba de un lado a otro, y de un momento a otro momento, lo cual
a pesar de ser una explicación vaga, tiene sentido.
Asimismo la notación musical occidental
(entiéndase por esto referente al occidente europeo), se terminó de consolidar
con la invención de la imprenta de Petrucci ya que los músicos tuvieron más o
menos que ponerse de acuerdo con ciertos convencionalismos para poder
reproducirla y así llegar a las masas.
Secuencia en el proceso de creación
Muro, Cateri; 2008-2012
Cuando
hay un acto voluntario producido por una necesidad bien sea de comunicación,
catarsis o religión y este acto es funcional, por gusto, por cometido, por
tradición, se necesita de alguna forma organizarlo para poder ubicarlo y
acceder a él cuando sea necesario y deseado.
Me
remito a todo esto para mostrar la importancia que tiene el hecho de investigar,
estudiar, organizar al “género”, probablemente se caiga en etiquetas para poder
lograr algún tipo de organización, pero éstas deberían servir para ubicarlo y
no para quitar, debilitar ni enmascarar la identidad del mismo.
Aunado
a esto, todo el proceso debe quedar registrado por escrito, es la forma más “consistente”
de perpetuar.
Es
importante destacar en esto, como bien lo plantea Saussure en sus cuadernos de
anotaciones de investigación anagramática, que en la leyenda cuando hay lagunas
el símbolo empieza a sufrir transfiguraciones para poder subsistir, en ningún
momento sugiere que el símbolo sea fijo, pero la variación debe hacerse dentro
de ciertas delimitaciones que, la laguna no lo permite. Estas vicisitudes pasan
en cualquier sistema de símbolos, como por ejemplo los de una lengua y en este
caso, la del “género” objeto de estudio. (1)
Otro
aspecto importante de la escritura es que por ejemplo las transcripciones y
“arreglos” de muchos géneros de la música venezolana denotan implícitamente dos
factores:
1.El transcriptor o arreglista no
tiene suficiente preparación teórica musical para poder, en el papel, dejar un
trabajo fidedigno al que está escuchando o probablemente ejecutando.
2.La poca importancia que se le da
a nuestra música es demostrada en el poco interés por hacer arreglos dignos,
remarcando la falacia que por ser venezolana “popular”* o “folclórica”* es
fácil y no hay mucho que hacer.
Músicos y musicólogos
Desde que estaba en el bachillerato pensaba qué estudiar, siempre me gustó la musicología, recuerdo cuando revisaba los pensum de la antigua IUDEM hoy UNEARTE, y me enamoré sin remedio.
Desde que estaba en el bachillerato pensaba qué estudiar, siempre me gustó la musicología, recuerdo cuando revisaba los pensum de la antigua IUDEM hoy UNEARTE, y me enamoré sin remedio.
Sin
embargo, cuando me gradué de bachiller ya esos planes de estudio no existían
porque había pasado a ser UNEARTE. Mi
única opción en el momento era la UNICA en mención musicología.
Entramos
4 y fue por error. La carrera estaba a punto de cerrarse por falta de alumnos
(y falta de promoción por parte de la Universidad), prácticamente estaba
cerrada y el que inscribió al primero de los 4 fue por error, y como llegamos 3
más peleando para que nos inscribieran, se salvó la mención. El
cuento es un poco largo, prometo otro escrito para contarlo bien, la cuestión
es que ahora hay gente estudiando esta mención o por no ver educación de la voz
o porque quieren el título y ya, y esta mención por ser mayormente
semipresencial a diferencia de la otra, se presta para esto.
El caso
es que, se ha creado un abismo entre “músicos” (carrera de música sin mención)
y “musicólogos”, los primeros simplemente son ejecutantes geniales que sólo se
dedicarán a eso, como operadores de máquinas. No piensan. Los que piensan son
los musicólogos, los capaces de notar la importancia de un objeto a estudiar, y
“los que leen” e “investigan” ese poco ‘e “paja”.
Por
esto también han caído en que los musicólogos son músicos frustrados. Vaya
usted a saber qué sería de esos geniales operadores de máquinas sin los
frustrados musicólogos.
Siempre
hay quien denigra a cualquier gremio, pero si ven en la historia los
musicólogos han sido ejecutantes, directores y compositores importantes. Como
Bartok, Savall, Burney entre otros tantos que por el contrario en la
composición, dirección y ejecución consiguieron una forma de difundir su
trabajo.
Por
esto cuando al principio menciono que uno de los responsables de la actual
situación de la música venezolana son los musicólogos aunque no dejo exento de
responsabilidad ni a los músicos ejecutantes, directores institucionales y
artísticos ni a los compositores y pedagogos. Ya que por ejemplo, en un
repertorio instrumental (yéndonos a un área específica como esta) no hay un
seguimiento pedagógico ni compositivo de la música venezolana.
Desunión
Pareciera
que estuviésemos inmersos en un uróboros, un círculo vicioso de
responsabilidades, no busco con esto echarle la culpa a nadie, precisamente uso
la palabra responsabilidad, la habilidad de responder ante una situación, y el
fin de esto es hacer reflexionar de los roles de cada quien. Hacernos todos
unos exámenes de conciencia, dejar la queja, y accionar, reaccionar-proaccionar,
y repercutir.
Hay
varios personajes dispersos haciendo algún tipo de trabajo musicológico,
algunos sin contar con los recursos suficientes en materia musical, sólo porque
están en ese contexto y saben la importancia del mismo, como por ejemplo el repentista
Víctor Hugo Márquez, con quien tuve el placer de compartir, así entre otros
tantos nombres, que prefiero reservarme.
No se
puede esperar que las instituciones que ni deben saber que es la musicología crean
espacios para el trabajo. Hay que gestionarlo, mostrar la importancia.
Aretz
Un
ejemplo de esto fue Juan Liscano que logró crear en la Dirección de Cultura del
Ministerio de Educación el departamento de Servicio de Investigaciones
Folclóricas Nacionales a finales de 1946, donde a partir de allí Isabel Aretz y
Luis Felipe Ramón y Rivera emprendieron un trabajo fuerte, luego se crearon
otras instituciones especializadas INAF (Instituto Nacional de Folclore),
INIDEF (Instituto interdisciplinario de etnomusicología y folclor), donde
tenían departamento de capacitación para el personal. Estos, por nombrar
algunos. Por razones políticas estos institutos luego de una intermitencia
desaparecieron y terminó en una fundación sin fines de lucro promovida por
Aretz y Ramón y Rivera como hasta 1995 (claro, ya ellos podían darse el lujo de
llevar la fundación sin fines de lucro). Pero nosotros no, necesitamos centros
de trabajo (cabe destacar que hay muchísimo trabajo por hacer), porque hay
muchos profesionales formados, y en formación, que si bien muchos estudian la
carrera por las razones nombradas anteriormente, hay otros talentosísimos que
estoy segura que harían el trabajo que hace falta y harían una excelente labor.
Centralismo
La única
fundación que se conoce nacionalmente es la FUNVES, en Caracas, y no voy a
acotar más que en su afiche de compositores venezolanos son muy pocos los
compositores que figuran allí que no sean caraqueños o haya ejercido su mayor
trabajo allá.
Coda
Los musicólogos somos pocos y no nos conocemos, a diferencia de algunos círculos de ejecutantes, que quizás por lo muchos que son están más regados. Pero nosotros debemos buscar la forma de crear lazos precisamente por lo poco que somos. Puede que esté en una perspectiva idealista, pero, la fuerza está en la unión, no hay pa' donde agarrar.
Si 4 personas no se hubieran unido y persistido a seguir, probablemente la carrera ya no existiría, así que algo se hace, algo se puede.
(1) Starobinski, J (1996). Las Palabras bajo las palabras. Barcelona: Gedisa.
*En cuanto a los términos popular y folclor hay ciertos debates y diferenciaciones pragmáticas. En el caso me refiero a ambos desde sus actuales perspectivas.
Excelente publicación, entiendo tu frustración para quienes nos (me incluyo) metimos en esta carrera para sacar el titulo y ya simplemente porque somos ejecutantes, y no tenemos tiempo de estar yendo a la universidad a ver clases presenciales porque lamentablemente en este pais el músico que no trabaja se muere de hambre, sin embargo, aplaudo tu cosquilla por decirlo así de querer ser investigadora!! ademas de ser excelente pianista, un beso amiga...
ResponderEliminarHola Javier, gracias por leer. Lo que digo es que todos desde donde estemos podemos hacer algo por nuestra música venezolana. Saludos :)
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola, caí en tu artículo por azar, y me llamó la atención!. Me llamo Ivette,y soy musicóloga y clarinetista profesional, soy venezolana pero estudié en Paris, ahora vivo recien en Caracas. Si te interesa realizar algo en conjunto, estoy a la orden. Tengo también un blog www.ivetteadlibitum.wordpress.com Saludos!
ResponderEliminarUn placer Ivette, gracias por leer. Me encantaría hacer algo. Pasaré por tu blog :)
EliminarExcelente reflexión, además con un plamenteamiento objetivo y sincero.
ResponderEliminar¡Gracias por compartirlo!
Gracias por leer :)
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