martes, 9 de abril de 2013

Capriles llega como llegó Chávez.


Cuando Chávez llegó por primera vez a la presidencia lo hizo por las mismas razones heroicas de representar un cambio. En aquel momento a la hastiada dicotomía adecopeyana,  quienes son los mismos responsables de que Chávez haya llegado al poder y más aún de que la gente cansada de lo mismo le haya otorgado TODOS los poderes para que el pudiera trabajar, debido a que tenía todo en su contra, tal cual como lo tiene Capriles en estos momentos. 
 
Básicamente como lo dijo Gladys Ibarra: “Maduro no es Chávez y Capriles no es Caldera ni CAP” los que votamos por Capriles lo hacemos por las mismas razones desesperadas que algunos años atrás impulsó a mucha gente a votar por Chávez. 

Yo creo en Capriles, como creyó mi mamá y mi papá en Chávez en 1998. Lo que les pido a todo es conciencia, historia, leer, reflexionar, no es muy difícil, se necesita de esto para no repetir los errores. Si Capriles llega a la presidencia hay que llevar la situación con cautela, nadie garantiza como va a ser la cuestión, nadie nos garantiza que Capriles no voltee la moneda cuando llegue al poder, como pasó con el susodicho. 

Recordando unas frases cliché, pero muy necesarias meditarlas:

“Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción”
“El pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”
Cada pueblo tiene el gobierno que se merece.” 

…Cierto, Venezuela es un país de mucha inmadurez, valga el doble sentido, de mucha ignorancia y comodidades, producto de un estado paternalista y muchas otras cosas. Es verdad que aquí la gente se levanta tempranito a trabajar en la mañana, a diferencia de algunos países desarrollados, porque eso si te tiene el venezolano, le echa bolas, y el venezolano es muy talentoso, por eso es que se han aprovechado de él porque ya el problema es otra cosa, es el rancho en la cabeza, producto de una educación formal e informal paupérrima. 

¿Y cómo no, si los que enseñan son los peores enseñados?
El amor por el saber no está inculcado, como decía mi mamá: “cómo quieres que un niño lea si en su casa no hay un libro, y nunca ve a nadie leyendo”, si la educación informal falla en ese sentido, al haber una educación formal de escuela que compense esto, se puede hacer algo, por lo menos aquí hay una biblioteca pública que funciona. Pero la realidad de muchos niños es levantarse a buscar el pan para el mismo y sus hermanitos.

Creo que el problema viene de una raíz muy profunda, y nos estamos quedando en la punta del iceberg. Chávez fue un líder y eso no se le puede quitar, pero un resentido social a la final, miró a los que nadie miraba o ni siquiera veían, jugó y se metió con las carencias y cuando a uno le soban la herida, ¿qué bien se siente, no?. ¿Qué pasa cuando ese niño resentido con heridas profundas que no sanaron, no creció emocionalmente y desarrolló su mente sin que esta creciera y así llega al conocimiento y al poder? Pregúntenselo a los venezolanos hoy. 

Así que no caigamos en la estrategia del hastío de abstenerse a votar. "Porque ellos tienen el poder y no lo van a soltar", "tienen la trampa bien diseñada, comprada." 

...Pero yo sé que unidos si se puede. Si la diferencia es abismal es más difícil maquillar la cuestión. 

Yo creo en Venezuela, yo creo que sí se puede. ¡A VOTAR! Sin miedos, sin amor artificial, con memoria, con intención, con juicio propio y colectivo. 


Y escribo esta nota escuchando pasar por las calles de mi barrio “Este flaquito une a la gente, este flaquito será presidente”
 

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